viernes, 18 de octubre de 2013

Parrilla Don Julio

¡Hola a todos!

Don Julio


Ayer por la noche fui a comer con la familia de mi novio y sus amigos suecos a la famosa parrilla Don Julio, ubicada en Guatemala 4691 (y Gurruchaga), en Palermo Soho. Con 15 años de antiguedad, esta parrilla está actualmente nominada a Mejor Parrilla en los Premios Óleo y es conocida por ser la parrilla a la que 'ningún estranjero puede dejar de ir'.



Y así es. La parrilla estaba llena de turistas excepto por dos mesas de argentinos, la nuestra y otra, que obviamente hablaban de política, por supuesto. Mientras tanto, con mi novio nos dedicamos a descifrar en qué idioma hablaban los de las mesas de al lado, para saber de dónde venían.

El lugar es muy lindo. Los manteles son de cuero, los cuchillos de carne están grabados con el nombre del restaurante (pueden adquirirse) y las paredes estan decoradas con muchísimas estanterías llenas de vinos. Son vinos vacíos, esos que la gente consume y deja la botella. Lo curioso es que los comensales dejan su mensaje en las etiquetas de estos vinos: "muito agradável", "I love Don Julio", "Je t'aime aussi". Una idea muy divertida para tener un recuerdo de todos sus visitantes. Por otro lado, la parrilla se encuentra a la vista de los comensales y estos pueden ver al parrillero escogiendo los cortes y tirándolos a la parrilla, sobre las brasas ardientes.

Don Julio

El restaurante cuenta con una enorme carta de vinos (¡los menús son enormes!) y es que Don Julio ofrece dos cavas con más de 180 etiquetas de alta gama y está a punto de ofrecer una tercera. Si no sabés qué elegir, dejá que Pablo Rivero, dueño de Don Julio y sommelier, te asesore.

El pan que ofrecen es exquisito, calentito y se deshace solo prácticamente. La carne es muy buena y para acompañarla, además de guarnición si es que piden, hay salsa criolla y chumichurri ¿El secreto? Carne de pastoreo, no de feedlot, y expertise en el producto (su abuelo fue carnicero y productor de carne). Además, para salar los platos hay sal marina en la mesa. En una nota que hizo el diario Tiempo Argentino a Pablo, enumeran qué comer: "Empiece con un vermut para ir abriendo el apetito ($35). Infaltable probar el chorizo con muzzarella fría y tomates hidratados ($45). Siga con una provoleta de cabra, hecha especialmente en Salta ($49). Luego están los clásicos: morcilla, salchichas parrilleras, chorizo y achuras (una tabla chica cuesta $130). De la parrilla, pruebe el bife de cuadril ($96), no se arrepentirá. Todo se puede acompañar con vegetales grillados, ensaladas y/o papas fritas de verdad. Puede elegir el aceite de oliva de la marca que guste. Hay pastas caseras y postres irresistibles". Yo por mi parte, pedí un medio bife de chorizo muy recomendable.

La atención es muy buena, más atenta que lo normal (cada vez que mi copa se vaciaba tenía un mozo que me la rellenaba con mi bebida).

En cuanto a precios, arriba detallé un poco. Se sienten. No obstante, hay descuento del 20% con las tarjetas Club La Nación y Clarín 365.

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